Bachelet termina su corto mandato y deja una pesada herencia en políticas indígenas: asesinatos impunes de mapuche, abusos de la fuerza pública, militarización de comunidades, daño a niños y niñas mapuche, incumplimiento de obligaciones internacionales de derechos humanos, complicidad con los poderes fácticos de los grandes grupos económicos, inclemencia con los presos politicos mapuches.
Una suma de racismo, arbitariedad, estupidez, corrupción, en un gobierno inepto, condujeron a la más grave fractura contemporánea entre pueblo mapuche y estado chileno.
La historia mapuche queda marcada con la muerte de Matias Catrileo y Jaime Mendoza Collio, asesinados durante el Gobierno de Michelle Bachelet Jeria.
Bachelet es la culminación y suma de las peores características lo que fueron 20 años de gobiernos de la Concertación. Un régimen cuya "obra" quedó al desnudo con un terremoto: destrucción de los lazos sociales, privatización de la solidaridad, lumpenización de la política y de la convivencia. Carreteras, puentes y democracia de utileria incapaces de soportar terremotos geológicos y sociales.
El único avance que se registra en el período Bachelet es la ratificación del Convenio 169 de la OIT. Postergado cinicamente durante 4 gobiernos concertacionistas, la ratificación fue un logro de la movilización mapuche y la fecha de su aprobación tiene un nombre: Matias Catrileo. Sólo despues de su asesinato el cinico y miserable ministro Viera Gallo le asignó urgencia a la ratificación para apagar el incendio. Tras la ratificación, el Gobierno de Bachelet y Viera Gallo hicieron todo lo posible para sabotear en Convenio 169.
El broche final del Gobierno de Bachelet y de 20 años de concertación es el completo abandono en que dejaron a las comunidades mapuche tras el reciente terremoto y maremoto.
Los Gobiernos de la Concertación pasaron. El pueblo mapuche queda. Con todas las fuerzas de la tierra.
